martes, 14 de septiembre de 2010

MuNdoS

Que lastima que me encontró volviendo de otros mundos.
Con el cuerpo cansado.
Con la ilusión vencida.
Con el corazón en una eterna huelga de hambre.
Con la esperanza flameando a mis espaldas,
porque es lo único que no quise abandonar en esta vida.
Qué suerte que me encontró volviendo de otros mundos
para formar un verso en mis palabras.
Para llover sobre mis ojos secos.
Para resplandecer en mi sonrisa.
Para  saciar mi sed,
y alimentar mi piel en sus caricias.


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