domingo, 13 de junio de 2010

InIcIoS

Caminó juntando piedritas por la orilla,
mientras el mar se desarmó en espumas que comían sus pies.
Las huellas profundas en la arena porosa,
gorgotearon aliento de berberechos molestos.
Más allá, las curvas de la sierra recortaron el cielo.
La laguna forcejeó para meterse como una cuña,
abriendo la rompiente.
Jugueteó, inventándose el futuro,
fabricando un recuerdo, sin darse cuenta  de que ese era el momento
que había que vivir.

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